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Decenas de millones de niños y adolescentes en todo el mundo padecen escoliosis idiopática, una patología que provoca curvatura de la columna vertebral y cuyo origen es desconocido.

Hasta un 30% de la población que acude a Atención Primaria consulta por dolor. El síndrome de dolor miofascial es un cuadro que cursa como dolor de músculos en todo el cuerpo y en puntos gatillo. Son dolores que no cuadran con los habituales, de ahí la importancia de que el profesional médico conozca este síndrome.

Los andadores ayudan a las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) a estar más tiempo al aire libre y caminar con más facilidad, según ha mostrado un estudio liderado por el experto del Centro de Especialización para la insuficiencia de órganos crónica en Horn (Países Bajos), Anouk W Vaes.

Un estudio publicado en la revista científica Psychological Science destaca la eficacia para mitigar los efectos dañinos de episodios traumáticos.

La artritis, más que un dolor en los huesos, provoca dolor en las articulaciones debido a la inflamación. Se ha demostrado que una dieta natural puede ayudar a calmar el dolor de los huesos o articulaciones.

Universidad de Granada y el Parque de las Ciencias de Andalucía-Granada con la colaboración de Coca-Cola España y el Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud (IMUDS), han recordado que la práctica regular de ejercicio físico durante los primeros 10 años de vida puede disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.

Los niños y adolescentes que pasan más tiempo delante de la pantalla del ordenador o de la televisión desarrollan huesos más débiles, según un estudio del University Hospital of North Norway (Noruega).

Prevenirlo es posible siempre que se es capaz de mantener una buena higiene postural evitando gestos forzados, y conservando en buena forma la musculatura lumbar y abdominal. Sin embargo, una vez que aparece puede conllevar la merma de la calidad de vida y, de no tratarse, se puede cronificar.

El dolor de cuello no es un motivo de preocupación. Sin embargo, si se presenta con otros síntomas más graves como dolor irradiado, debilidad o entumecimiento de un brazo o pierna, deberías acudir al médico.