Cuando no desayunas puede conducir al desarrollo de uno o más factores de riesgo tales como la obesidad, hipertensión, colesterol alto y diabetes, que a su vez pueden provocar un ataque al corazón con el tiempo”, indica Leah E. Cahill, director del estudio e integrante de la Harvard School of Public Health.

Se ralentiza el metabolismo. Al igual que en las dietas restrictivas, cuando eliminas el desayuno el metabolismo reduce su velocidad para ahorrar energía.

El estómago funciona mal. Al no recibir alimentos los jugos gástricos del estómago comienzan a liberar ácidos dañinos y se inflan las paredes estomacales, esto puede derivar en gastritis explica la nutrióloga Sandra Carreras Polack.

Iniciar tu día sin desayunar reduce el azúcar y las proteínas en el cuerpo, nutrientes que son necesarios para que el cerebro funcione adecuadamente, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se carece de fuerza y energía. Ayunar evita que el cuerpo obtenga el azúcar que se convierte en energía por medio de la insulina, y se genera cansancio y déficit de fuerza para realizar movimientos, explica Marisol Olarra, coordinadora de nutrición de la Federación Mexicana de Diabetes.

Si no desayunas corres el riesgo de que los niveles de colesterol malo (LDL), indica un estudio de la University of Nottingham. A su vez esto puede llevarte a desarrollar padecimientos como la hipercolesterolemia y o la dislipemia.

Además, los investigadores señalan que las personas jóvenes son quienes menos desayunan, lo cual los hace más propensos a fumar, beber y hacer menos ejercicio.

Fuente: enforma.salud180.com/