1. Saltarse su día de descanso.
Si estás entrenando para una maratón o si se acerca el verano o si estás deseando quemar el postre de la última cena no es raro que en una temporada decidas entrenar más fuerte y saltarte el día de descanso. Esyo es una muy mala idea para un runner. Correr estresa las articulaciones, los ligamentos y los músculos, tu cuerpo necesita que le des la oportunidad de recuperarse. Si necesitas hacer ejercicio prueba con la bicicleta, con entrenamientos de fuerza o con baile, pero respeta los descansos entre las carreras.
2. Ignorar el dolor.
El cuerpo avisa y duele cuando algo va mal pero los runners, o muchos de ellos, son estoicos e ignoran el dolor. Vuelven a salir a correr hasta que llega el día en el que tienen que parar por obligación. Bien los saben los dermatólogos que tienen las consultas llenas de aficionados a las carreras con lesiones graves.
3. Olvidar la botella de agua.
En cada carrera un runner necesita hidratarse, da igual que sea invierno o verano, que viva en un clima húmedo o seco. Beber algún líquido evita la deshidratación y sus efectos secundarios, entre los que se incluyen la fatiga y los vómitos.
4. Usar unos zapatos poco adecuados.
Tus pies absorben el impacto de la carrera y lo pasan a las articulaciones. Si en algo hay que invertir si eres runner es en unas buenas zapatillas de deporte. Infórmate y compra unas de calidad aunque no sean las más baratas.
5. No calentar antes de correr.
Es una manera muy fácil de lesionarse. Dedica unos minutos a estirar tus piernas y a que tus músculos entren en calor antes de lanzarte a corer. Tu cuerpo lo agradecerá. Del mismo modo no olvides estirar cuando termines para prevenir lesiones musculares.
Fuente: msn.com