¿Qué es el reverse running?
Se trata de una disciplina deportiva, también conocida como retro running o backward running, que se ha convertido en todo un fenómeno social en países europeos como Reino Unido. No es de extrañar que siga ganando adeptos, cuando varios investigadores sostienen que es un ejercicio que complementa a la perfección el trabajo aeróbico, si lo practicamos de la manera adecuada. El reverse running o correr hacia atrás se entiende como un entrenamiento cardiovascular intenso que ya en la década de los 70 practican boxeadores y atletas profesionales.
Beneficios del reverse running
Todos conocemos los beneficios, ventajas e inconvenientes de correr en sentido normal, para el que fue diseñado nuestro sistema locomotor, de manera que no pasamos por alto el desgaste que sufren las articulaciones ni el riesgo de lesión latente con el paso del tiempo. La carrera marcha atrás minimiza las lesiones de rodilla y otras comunes entre los deportistas, dado que golpeamos el suelo con más suavidad que corriendo de frente.
Aunque emprender la carrera hacia atrás suponga consumir un 30 por ciento más de energía, también ayuda a mejorar el equilibrio y la visión periférica. Además, la técnica del reverse running favorece la rápida pérdida de peso y fortalece los músculos del tren inferior.
Varios estudios revelan que corriendo marcha atrás durante cuatro semanas se consigue perder más cantidad de grasa corporal y peso que corriendo hacia delante el mismo tiempo. También se demostró que el ejercicio de carrera marcha atrás mejora considerablemente la salud cardiovascular.
Si no se está acostumbrado a correr marcha atrás, es recomendable empezar con sesiones cortas e ir progresando de manera gradual. Siempre hay que tener en cuenta el estado de salud y la condición física individual a la hora de introducir nuevos ejercicios con el objetivo de darle variabilidad al entrenamiento y prevenir lesiones.
Fuente: muyenforma.com