Cuando estas personas realizan una actividad física con frecuencia, acompañado de otros tratamientos (hormonales, con medicamentos, etcétera) se comprueba que se reduce la pérdida de masa ósea, y mejora a nivel neuromuscular la coordinación, el equilibrio y los reflejos ante el riesgo de caídas.
Estas personas tienen una condición física por debajo de la media, debido a la disminución de movilidad, por ello es aconsejable un buen programa de ejercicio físico, con intensidad baja , al menos al comienzo.
El programa aconsejable debe incluir actividades aeróbicas como nadar, caminar, montar en bicicleta, y de fuerza, teniendo muy en cuenta siempre las condiciones de cada persona.
Hay que tener en cuenta realizar ejercicios que hagan trabajar el mayor número de zonas del cuerpo, para evitar que sólo se trabaje una parte del cuerpo. Hay que destacar los músculos extensores.
Hay que tener máximo cuidado con las personas que tengan muy establecida la enfermedad, para evitar la flexión anterior de la columna (agacharse).
Igualmente a las personas que hayan sufrido múltiples fracturas o pérdidas muy severas del hueso se les aconsejan ejercicios como la natación, caminar por el agua o ejercicios en una silla, mejorando la fuerza muscular y el equilibrio.
Para mayor información sobre éste tipo de terapias no olvides contactarnos al 515 2000.
Fuente: webconsultas.com